miércoles, 16 de julio de 2008

preámbulo [recompensa]

Me cansé de dudar y finalmente decidí comprarlo: “Lo moderno es lo mismo que lo antiguo”, me perdoné parafraseando lo que solía decir una vecina ridícula que siempre iba a lo de mi abuela. “Es todo negocio”, decía como revelando un misterio indescifrable y no se entendía si era una queja o si le parecía bien.

Ella vivía sola, por lo que todas las tardes tipo cuatro, le tocaba timbre a mi abuela, y juntas veían tele, tomaban té, o tejían. De chica, cuando la iba a visitar, me quedaba jugando ahí cerca de donde ellas estaban. En babia, pero escuchando. Había algo en su charla que me entretenía. No sé si era que me resultaba chistosa la tonada de eterna indignación que empleaban para referirse a las cosas, o por los temas de debate arbitrarios que elegían, de los que entraban y salían, asociaban libremente, y volvían a retomar. Todo, sin perder el rigor de sus opiniones y, como dije, ante a todo y sobre todo: siempre en desacuerdo. Creo que yo encontraba algo de habilidad en eso. Tenían desarrollada una destreza que, yo sabía, no todos tenían. Además, cuando tejían, lo hacían sin mirar. Y con una rapidez de otro planeta. Siempre me intrigaba cómo hacían para saber por dónde pasar la lanita, siempre por un lugar distinto cada vez, cómo hacían para saber exactamente qué hacer con los dedos, mientras hablaban de Alfonsin, criticaban a los peronistas, y mechaban frases como “queda bien de tiro pero corto de sisa”. Siempre supe que no decían nada nuevo ni interesante, pero creo que quería estar allí para corroborarlo. Por las dudas.

Esa señora, la vecina soltera, siempre andaba con ruleros y una redecilla en la cabeza. Incluso en los días festivos (que los pasaba con mi familia para no quedarse sola), como Navidad y Año Nuevo. Se vestía bien y todo, pero su cabeza siempre estaba igual. Nunca entendía, de chica, cuándo sería el momento clave que finalmente amerite que se sacara aquellos ruleros y disfrute de lucir aquel peinado eternamente precocido; que generaba en mí una expectativa casi desesperante. Era como un gran preámbulo que nunca decía nada.

Años más tarde, pensé que quizás ella simplemente disfrutaba de eso. De prepararse. Se le filtraba creo, una especie de fe en que un buen día, el porvenir disfrazado de buena noticia la sorprenda, y pueda encontrarla así: Casi lista.

Hoy pienso que ella no era tan ridícula. Menos que el pantalón seguro.
Me gusta pensar que siempre hay recompensa.

9 comentarios:

Labiol´s dijo...

Cambian los autos,las ciudades, los telefonos,la musica,la moda..pero las viejas que tejen y se quejan de todo noooo!!!! van a estar hasta que termine el mundo..o no haya más nada de que quejarse..y si esta vida es un preambulo nena?? (me hago el chiche gelblung)jajaja

un besote anzuu you did it again!

Anónimo dijo...

¡qué lindo anzu! me encanta como escribís!!!! te quiero!!
MAU

Una chica asi dijo...

"Queda bien de tiro pero corto de sisa”.
Jaa...me tele-transportaste a mi más tierna infancia.
Me había olvidado por completo de esa frase.

Anónimo dijo...

Interesante por lo poco comun que dos que le dan teje que te teje, estén siempre en desacuerdo. Bien caracterizada la Doña Florinda que anda siempre "casi lista", como en una permanente preparatoria que no abandona, de cara a una situación que probablemente no se imagina.
Carlitos

Anónimo dijo...

Hermosísimooooo!!!
Transportador!! Un viajecito enriquecedor en el tiempo.
Gracias por eso!!
Te quiero y quiero mas.....

Anónimo dijo...

Hermosos párrafos, con algun tinte dolinesco, q t llevan de una forma extraña y casi sin darte cuenta a colgarte dentro de los mas lindos y anecdoticos recuerdos de la infancia... ese patio de la abuela donde uno tantas cosas hacía!!
Loca me encanta lo q tas haciendo, viajas por lugares totalmente diferentes y todos los viajes son buenisimos, exquisitos.
Ale

Anónimo dijo...

Parece revivir una maravillosa historia...!!!
Continua!
Besos! agur..
Arantxa

Alessio Aguirre dijo...

!Que alegría¡ encontrar algo tan sabroso de leer. Gracias a tu hermana por sugerir que visite tu blog. Me encanta leer narraciones anecdóticas, pero pocas tienen el ingrediente secreto que tiene la tuya. Es un secreto que hizo famoso a Davis Sedaris, sé que hoy en día está de moda no ser ni querer ser famoso, pero es su caso la gente lo lee porque es digno de leer. En fin, el asunto es que él es el maestro de este ingrediente secreto que degusto en tu escritura. Te recomiendo todos sus escritos, especialmente uno que se llama "Repeat After Me".
Que sigas escribiendo y te deseo muchas lunas de inspiración.

silvia dijo...

HOLA ANZU TE REFELICITO SOS UNA GENIA ESCRIBIENDO ESTOY SUPER ORGULLOSA DE TI AUNQUE SOY UNA GENIA CIBERNETICA RECION HOY DESCUBRI ESTO QUE SE VA HACER ES LO QUE HAY TE MANDO MUCHOS BESOS Y SIGUE ESCRIBIENDO TODO FELICITACIONES