domingo, 5 de octubre de 2008

así con todo

Acabo de leer algo que dice:
“Yo escribo lo que quiero. Mira, mirá.”

Me encantó eso, y me dieron ganas de hacer lo mismo.
Estoy escuchando a un gordito que se llama Benji, que conocí hace muy poco y creo que me encanta. Y también me dieron ganas de subir algo a mi blog. Así que cuando termine esto lo voy a subir.

Me gusta cuando tengo muchas ideas y no se bien qué escribir. Me da una sensación rara, como de urgencia. Pero es una urgencia tranquila, linda; pensar qué poner primero, para dónde va a ir la onda, si hablo yo o habla quién. Esas cosas. Decidir esas cosas me divierte. Más cuando me acuerdo que puedo poner lo que yo quiera. Total, pero totalmente lo que yo quiera.

Mientras voy decidiendo, casi siempre se me ocurren otras cosas. Cosas sueltas. A veces las escribo más abajo, o en la hoja siguiente, porque pienso que pueden ser algo. Ahí o en otro lado. Después aprovecho cuando puedo, para meter cosas que me gustaría decir o frases que me suenan lindas y sueltas no tienen sentido aparente, pero que necesito que entren en algún lado. Siento que son parte de algo, que probablemente aún no se me ocurrió. Y cuando encuentro el momento donde entran, me encanta. Es como si por dentro dijera “era de acá ésto”.

Cuando entregué mi tesis en marzo, por ejemplo, puse dos frases en la primer hoja. Creo que se le dice epígrafe o algo así. Cuestiones de forma. Era optativo, el que quería ponía algo y el que no, no. Una frase era ajena y la otra, de mi amiga ye y mía, de cuando éramos bastante más chicas que ahora. Ambas canciones.

Cuando estaba ultimando detalles para ya imprimir, luego de escribir casi 300 hojas, por un momento dudé si “daba” para poner esas frases. No tenían nada, pero nada que ver con la comunicación estratégica y la imagen corporativa y era lo primero que se iba a leer.

La duda divagó en mi cabecita unos minutos hasta que la verdad más básica y total me despabiló: “es mi tesis, puedo poner lo que yo quiera”. Brillante. Feliz con la revelación las puse, y casi bailando mandé a imprimir aquella primer hoja. Y las otras 299 también.

Se leía:
Busca tu revolución.
[Enloquecer el corazón de libertad].


[Busca. Ye - Anzu]
[Balada para un loco. Piázzolla – Ferrer]
Dos temones.
Quiero ser así con todo.

10 comentarios:

PERUCHO dijo...

Me parece que acabas de escribir el manifiesto del blogger anzu, te felicito. Saludos!

PERUCHO dijo...

Y qué bueno que te haya gustado Benji Hughes! =)

Una chica asi dijo...

Uff...que bueno poder escribir lo que queremos.
Y más cuando es tan lindo como lo que acabo de leer.
Hermoso.

(me puse melanco)

besos Anzu
:)

Solo Donovan RUTA dijo...

Busca ti revolocion en TREMENDA FIESTA!! sito dr bagnati 1702 frente al tenebroso cementerio se boulogne!!!
banda en vivo, lectura de poesia y pintura en vivo con grandes artistas a cargo de la tarea!! y abiertos a recibir nuevas propuestas te esperamos!!

Fernando dijo...

me parece que si me toca hacer una tesis en los próximos años, voy a seguir tu consigna, y poner la frase que se me ocurra, no importa si da o no da o que se yo.

Te felicito, hay que escribir, hay que escribir escribir.

Saludos

Anónimo dijo...

q bueno lo q acabo de leer euforia, muy muy cerca tuyo todo. y claramente tenés el don de dejar a uno colgado en frases, pensamientos con muchos peso, lindos, a veces complejos a veces simples. besooo

Ale

Anónimo dijo...

Si a Sábato se le cantó meter con forceps el "informe sobre ciegos" dentro de una de sus principales obras "Sobre héroes y tumbas", que parece una separata que no tiene un pomo que ver con la obra, y está publicado así con toda la parafernalia del proceso de imprenta, edición, venta, ¿cómo no vas a tener la libertad de escribir lo que se te cante en tu blog? O en tu tesis?
Antes dela compu, los escritores lograban sus mejores frases en los cafés, durante el boludeo libre, y las escribían en las servilletas de papel y luego las calzaban donde mejor podían.
Nono

El payador dijo...

no le quites las piedras al río
no le saques el alma a tu sombra
no le arranques la savia a ese árbol
no le arrugues la piel a la fruta
no le tapes el sol a la tierra
no le cubras de nubes los parques
no almidones de acero lo verde
no permitas al fuego que avance
no te amargues en lágrimas fatuas
no cercenes las almas que vuelan
no maltrates la lluvia que cae
no desistas de abrirte de gozo

Anónimo dijo...

hermana, no creo que puedas ser así con todo, pero SI PODÉS SER ASÍ CON TU VIDA!!! ESCRIBÍ LO QUE VOS QUIERAS!!!
Mau

Anónimo dijo...

Justo a mi que me gustaba almidonar de hierro lo verde! Pucha! (x el comentario)