lunes, 2 de marzo de 2009

cosas que pasan en una fábrica technicolor

Yo te decía que vos eras para mí y vos no me creías. Te empezabas a reír a carcajadas. Ahí se armaba el dilema. Dilema entre comillas, claro. Algo más divertido que un dilema. Un dilema de juguete, ponele.

Entonces, todos los que ahí trabajaban iniciaban un paro. Desenchufaban las máquinas, apagaban los tubos de luces, guardaban los vidrios de colores. Hacían como una rebelión, tipo Rebelión en la granja, pero sin los animales, ni la analogía con Lenin, ni esas cosas. En realidad ahora que pienso no. No era como Rebelión en la Granja.

-¡Que le crea, que le crea!, gritaban todos. Ellos estaban medio de mi lado, (yo siempre les caí bien).

Yo te mostraba toda la escena desde el balcón (ése que abríamos sólo para las fiestas) y te decía medio tentada, que la cosa era seria, y que si no te retractabas, ésta gente se iba a poner cada vez más firme en su postura. Y que “quién sabe cuán lejos puede llegar con su huelga ésta gente”, te decía.

En realidad, yo hacía que la cosa suene más turbia a propósito, para que reaccionaras más rápido, y me dijeras que mi frase inicial no era tan ridícula como descaradamente sugeriste en un principio. Entonces, te decía que calcules cuánto podía perder la fábrica si cerraba aún por más horas; y hacía una gran bola confusa con multiplicaciones mal hechas, que daban como resultado cifras gigantes, intraducibles en dinero. Me acuerdo que en ésa parte moví mucho las manos. Fue divertido inventar esa catástrofe.

Mientras tanto, ellos seguían con su coro cada vez más fuerte. Desde arriba, vi como enseguida se organizaron y lo hicieron más lindo: le cambiaban el ritmo, hacían palmas, y un paso loco difícil de copiar, en medio de una pista que improvisaron para el dancin-paro oficial en la fábrica.

Ahí me quedé sentada un ratito, mirándolos. Parecían profesionales de eso que hacían. Vi también que los mirabas como desde una nube; hasta que algo te hizo reír y te despabiló un poquito. Yo me reí también.

Enseguida supe que era mejor descansar y dejar que pase.
Que pase el momento así, sin tiempo.
Total es otra cosa, pensé.
Digo, ésto que corre acá, en la fábrica technicolor yo sabía, no es el tiempo.
Es otra cosa.




del disco Run…the sun is burning all your hopes - Technicolor fabrics.

5 comentarios:

Una chica asi dijo...

Ja. Que vivan tu blog y las fábricas del mundo.

Un placer volver a leerte.
:)

PERUCHO dijo...

=)

que alegría tu vuelta! espero que no pase tanto tiempo hasta el próximo post! un beso anzu

pd: es lindo ese disquito no?

vero perera dijo...

muy anzu! buenisimo!

Labiol´s dijo...

cuando quieras fren te enchulo el blog y de paso te dejo asentado que tu fabrica technicolor me encheverecio el corazón

un besote!!

Diego dijo...

love it.. un dilema de juguete, ponele.